Otra vez no puedo dormir (...)

Entonces pienso que puede ser necesario “sacar”, así, como salga, lo que se me ocurre que no me deja dormir. Si esto no funciona, el plan será continuar con el berrinche hasta que vuelva a dormir.

Me molesta la cobardía, por dos cosas puntuales:

• No tuviste el valor para intentar salvarlo
• No tuviste el valor para terminarme

De hecho son tres cosas

• No tenés el valor para dejarme ir

Me molesta saber que seguís saliendo con Marcia. Me emputa que a mi me dejaras de ver y con ella siguieras saliendo los martes (y quien sabe cuando más) ¿Por qué no me dijiste que ya habías escogido? ¿Te acordás que el “plan” era: “Dame tiempo para buscar ayuda”?

Me pone a rabiar que te vayás de viaje con ella (aunque lo maquillés diciendo que es con “compañeros”, se sobreentiende que no es una “compañera”). Me encabrona no poder volver a escuchar a U2 con una sonrisa en mi carita. Me re putea que me digás que de Chicago se van a ir por las cataratas del Niágara a no se donde putas porque del resto de la conversación no me acuerdo.

Me entristece montones que hayás dado la oportunidad para que otras personas se acerquen. Para que me chineén, para que me lleven empanadas de piña, para que se sienten a conversar en el sillón con mami y con papi, para que me inviten a pescar, para que me den los “buenos días” y me hagan compañía mientras veo Grey’s Anatomy. Para que compartan cuarto conmigo durante mis vacaciones de Semana Santa en San Carlos, para que me abracen cuando lloro por vos. Para que se ofrezcan a acompañarme a RTV y a cambiarle el aceite al carro.

Me frustra realmente no tener derecho a decirte nada de esto.Odio proponerme, obligarme a no volver a lo mismo “cada mes”: no más preguntas, no más reclamos.

Es dificilísimo no poder contarle a nadie. Todos tienen consejos que implican dejarte por completo, alejarme, mandarte a la mierda y seguir yo sola. Me enoja no hacerles caso. Me enoja, realmente, no querer hacerles caso.