Pues resulta inevitable, sobre todo en esta época. Eso de la “sensibilidad en el aire”, debe ser, unido al final del año y, muy probablemente, a mi periodo dentro de mi ciclo menstrual (si no se sabe a quien echarle la culpa: ¡echársela a las hormonas!)
La cosa es que se está desencadenando, de manera intensa, una serie de “avalanchas de recuerdos”. Yo creo que debe ser una conspiración: ¡Todos contra la Matri! =P
Voy con la lista (sí, tengo esa manía de enlistarlo todo...)
Recuerdo escabroso: Desencadenado al ver a 10 metros del gimnasio a mi ex profesora de educación física del colegio ¡Horror! ¡Terror! Es la única profesora de la que guardo un recuerdo verdaderamente desagradable. Por más que me esfuerzo (y en verdad lo hago) no recuerdo absolutamente nada agradable de ella, ni una sonrisa, ni un comentario de apoyo... nada...
Recuerdo infantil: Este es por culpa de Eduardo. Hasta se me mojaron los ojos (esto es por culpa de las hormonas). Mis juguetes más queridos de todo el mundo: Vicky y Juan Pablo, mis muñecos ”grandes” . Juan Pablo se llamaba así por el Papa (¡Cómo has cambiado Matriuzka!). Recuerdo de los juguetes de Pablo, eran chivísimas: el que más recuerdo es una diligencia café con amarillo, con unos caballos blancos, y que traía además un súper juego de indios y vaqueros....¡Buenísimo!
Recuerdo “de nacimiento”: Toto, mi “hermanito” cumplió 18 años. Demasiado rápido los cumplió. Recuerdo de la Navidad interrumpida porque mami tuvo que irse a la maternidad. Recuerdo de cuando mi tío nos llevó a recoger a mami y a Toto. Me acuerdo de los té de canastilla (en los que siempre había dos regalos de más: uno para Pablo y otro para mi). Recuerdo de la operación de Toto, de todas las visitas al Hospital de Niños (yo iba con mami, Pablo se iba “a trabajar” con papi). Este desencadenó dos recuerdos:
Recuerdo de mis 18 años: ¡Cómo cuesta llegar a cumplirlos! Y ¡Que rápido que pasan los años después de cumplirlos! No recuerdo donde “estrené” la cédula, de lo que me acuerdo es de la primera salida a un bar con los amigos: todos sin cédula. Fuimos a un Karaoke y lo más enorgullecedor fue que en el mismo bar nos encontramos a la gente más popular del colegio y nosotros salimos del lugar ¡más tarde que ellos! (Se era feliz con poco)
Recuerdo de la operación de papi: De lo más complicado que se ha pasado como familia. Yo estaba haciendo el TCU, en Acosta. Cambiaron como tres veces la fecha de la operación el mismo día que se suponía lo operaban. La víspera de que lo operaran no lo pude ir a ver. Nos hablamos por teléfono en la noche. Eso de saber que podían ser las últimas palabras que escuchaba de papi....
Recuerdo de la llegada de Andrés a mi vida: Fue en ese tiempo, en el que nos dimos cuenta que a papi lo tenían que operar. No nos podíamos ver casi nada... cuando yo no hacía el TCU estaba en el Hospital. Me acuerdo de la primera Navidad que pasamos juntos, y del primer regalo que me dio. ¡Já! Fue en Enero, porque no lo había terminado de pintar y todavía lo tenía que enmarcar ¡El mejor regalo de todo el mundo! Me acuerdo cuando los dos estábamos en la U y no teníamos celular. Yo lo llamaba a la casa, de un teléfono público, antes de entrar a clases (tenía un cajón como de 2 horas)
La cosa es que se está desencadenando, de manera intensa, una serie de “avalanchas de recuerdos”. Yo creo que debe ser una conspiración: ¡Todos contra la Matri! =P
Voy con la lista (sí, tengo esa manía de enlistarlo todo...)
Recuerdo escabroso: Desencadenado al ver a 10 metros del gimnasio a mi ex profesora de educación física del colegio ¡Horror! ¡Terror! Es la única profesora de la que guardo un recuerdo verdaderamente desagradable. Por más que me esfuerzo (y en verdad lo hago) no recuerdo absolutamente nada agradable de ella, ni una sonrisa, ni un comentario de apoyo... nada...
Recuerdo infantil: Este es por culpa de Eduardo. Hasta se me mojaron los ojos (esto es por culpa de las hormonas). Mis juguetes más queridos de todo el mundo: Vicky y Juan Pablo, mis muñecos ”grandes” . Juan Pablo se llamaba así por el Papa (¡Cómo has cambiado Matriuzka!). Recuerdo de los juguetes de Pablo, eran chivísimas: el que más recuerdo es una diligencia café con amarillo, con unos caballos blancos, y que traía además un súper juego de indios y vaqueros....¡Buenísimo!
Recuerdo “de nacimiento”: Toto, mi “hermanito” cumplió 18 años. Demasiado rápido los cumplió. Recuerdo de la Navidad interrumpida porque mami tuvo que irse a la maternidad. Recuerdo de cuando mi tío nos llevó a recoger a mami y a Toto. Me acuerdo de los té de canastilla (en los que siempre había dos regalos de más: uno para Pablo y otro para mi). Recuerdo de la operación de Toto, de todas las visitas al Hospital de Niños (yo iba con mami, Pablo se iba “a trabajar” con papi). Este desencadenó dos recuerdos:
Recuerdo de mis 18 años: ¡Cómo cuesta llegar a cumplirlos! Y ¡Que rápido que pasan los años después de cumplirlos! No recuerdo donde “estrené” la cédula, de lo que me acuerdo es de la primera salida a un bar con los amigos: todos sin cédula. Fuimos a un Karaoke y lo más enorgullecedor fue que en el mismo bar nos encontramos a la gente más popular del colegio y nosotros salimos del lugar ¡más tarde que ellos! (Se era feliz con poco)
Recuerdo de la operación de papi: De lo más complicado que se ha pasado como familia. Yo estaba haciendo el TCU, en Acosta. Cambiaron como tres veces la fecha de la operación el mismo día que se suponía lo operaban. La víspera de que lo operaran no lo pude ir a ver. Nos hablamos por teléfono en la noche. Eso de saber que podían ser las últimas palabras que escuchaba de papi....
Recuerdo de la llegada de Andrés a mi vida: Fue en ese tiempo, en el que nos dimos cuenta que a papi lo tenían que operar. No nos podíamos ver casi nada... cuando yo no hacía el TCU estaba en el Hospital. Me acuerdo de la primera Navidad que pasamos juntos, y del primer regalo que me dio. ¡Já! Fue en Enero, porque no lo había terminado de pintar y todavía lo tenía que enmarcar ¡El mejor regalo de todo el mundo! Me acuerdo cuando los dos estábamos en la U y no teníamos celular. Yo lo llamaba a la casa, de un teléfono público, antes de entrar a clases (tenía un cajón como de 2 horas)
Recuerdos... más recuerdos... son inagotables...
¡Que lindo! Siempre hay cosas guardaditas por ahí que nos hacen sonreír.
15 comentarios:
No te apures, todos pasamos o pasaremos por cosas parecidas. Pero siempre es más cómodo culpar a las hormonas, en eso las mujeres nos llevais ventaja. Nosotros tendremos que culpar a la pitopausia.
besitos niña
Pensar que viene lo mejor, que hay material para hacer más recuerdos. En eso hay que enfocar la energía de año nuevo. En Navidad uno enfoca la energía a evitar que algún soplas le eche a uno confeti en la boca cuando va en Avenida Central :P
Ay en un recuerdo estoy yo, que bonito! Jajaja!
que a partir de hoy se acumulen vivencias que sean luego hermosos recuerdos...lindos recuerdos te deseo para el futuro.
Felices Días.
La vida esta hecha de eslabones unos buenos, otros no tanto, pero cada uno es culpable en alguna medida de lo que somos hoy. Un beso desde México, nueva por aquí.
Será posible solo recordar lo bueno?
Si se pudiera me apunto pa borrar pesadillas recurrentes.
Siempre es bueno recordar y agradecer lo vivido, pero eso ya pasó. Yo creo que hay que centrarse en el presente,vivir el día como venga, como si fuera el último.
saludos
erika
Recuerdo doloroso, al ver a mis amigos de la U, que sin razón alguna me echaron del grupo, me aislaron, me trataron como basura y casi impiden que me gradue. Se triggerea cada vez que veo algo que me recuerde a alguno de mis amigos... Una mariposa, una persona super fresa, un lava güevos... En fin, son demasiadas cosas. Con el tiempo se superan. Shigata gai na, neh?
Y es que eso somos: recuerdos. Las vivencias pasadas son las que nos hacer Ser. Y la esperanza de las futuras.
:-)
Lo mejor es que hoy o mañana pasará algo que dentro de unos años te sacará otras sonrisillas.
Me hizo mucha gracia lo del teléfono público, es que es demasiado divertido que todos los de cierta edad pasamos por eso, pero tenía gracia, la verdad! A mí también me hace sonreír pensar en eso, hacer fila en la U para llamar al novio...
Precisamente me caracterizo por sacar los recuerdos a relucir...
Que será que en estas epocas se vienen las avalanchas de recuerdos. A todos nos pasa.
Parece que te han servido de desahogo estos pequeños recuerdos, podrías seguir con más..... jocosidades, jajaja.
hacía días no me asomaba por aqui para ver qué sopresitas nuevas nos trae la muñequita de múltiples cuerpecitos...pero ya veo que está calladita...
felíz año!
Capitán, igual es como "jugar sucio" eso de culpar a las hormonas =P
Sardina, ¡Claro! Yo me salvé del confetti. Como mil maniobras para no pasar por la Avenida.
Toto, =P
Julia, ¡GRACIAS!
Tamara, gracias por la visita. Cierto, todo lo vivido nos hace lo que somos ahorita
Jaguar, pues no. Pero como dijo Tamara, hasta lo desagradable nos ha hecho ser las personas que somos ahora
Erica, Sí, los recuerdos son para hacernos sonreír, pero sin perder la perspectiva de que la vida es aquí y ahora
Buru, Lo que no nos mata nos hace más fuertes
Jaqui, Forjados por el pasado
Denise, Sí... hacer fila para llamar al novio.... Ahh... pero es lindo. Hasta cariño le tengo a ese teléfono público
Eduardo, Un "recordador" entonces ;-)
Manuch, Es que eso se pega... ¡Contagioso! ¿Habrá vacuna?
Graciela, gracias, igual para vos
Homo, ja ja ja ja ¿Tanto de aburrió? Tranqui, que esto no me pasa muy seguido =P
¡Saludos!
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