Eso fue lo que me dijo un ladrón frustrado.
La cosa es que estoy dando un curso en la Conferencia Episcopal (para decepción de Andrés no era a monjas de sombrero con alas que querían vender rompope) y pues como soy un miembro más de los peatones de este país caminé, desde mi parada, hasta la parada de los buses de Sabana Cementerio. Me había quedado sin pastillas ni chicles, tons pasé a uno de esos kioskillos que están en las aceras a comprarme uno.
Después de escoger las pastillitas de clorets que no tienen azúcar le pagué al tipo que me "atendía" con una moneda de 500 colones. No sé por qué... pero no le quité la mirada a las manos del chavalo y lo veo cuando, descaradamente y en mi presencia (dijo el chavo), cambia la moneda que le doy, la mete a un lado de la caja donde están las demás monedas y saca otra (de esas, de las viejas, de las que ya no están en circulación) y me dice: "Muchacha, esta moneda no sirve".... Obviamente en ese instante me transformé y le digo: "Esa no fue la moneda que yo le dí, acabo de ver cuando metió la mía en esa cajilla y sacó la otra". Pues el tipo tuvo el descaro de decirme que no es cierto...que esa fue la moneda que yo le dí y me puso de testigo al "amigo" que estaba junto a él...
Ahh mae... ahí se me subió todo y si me hubieran servido de algo las clases de Karate que recibí en la U fijo le habría dado una patada por los aquellitos.. pero no.. yo soy una persona racional, que resuelve sus problemas de manera asertiva y le repito (pero ahora utilizando mi dedo acusador): "No señor, usted cambió esa moneda, yo lo acabo de ver" ¡¡y el muy hijo de puta me lo seguía negando!!
No sé si sería que en mis ojos leyó las intenciones que yo tenía de extirpárselos sin anestesia o que se asustó porque ya estaba hablando muy fuerte y la gente se empezaba a acercar a ver lo que pasaba, que me dijo:"Bueno, tenga esa moneda, de por sí yo no me estoy muriendo de hambre". (ojo.. el tipo sacó la moneda el preciso lugar en el que YO le había dicho que estaba la que YO le había dado). Le tiré las pastillas en la mesilla y me fui con un colerón que hasta me temblaban los tacones.
Para mi no hay nada mas insultante que alguien subestime mi inteligencia. No es por jugar de feminista fanática, pero una gran cantidad de hombres piensan que para lo único que tenemos cabeza las mujeres es para pensar en el manicure y caminar con zapatos de tacón alto.
Me importaban cero los 500 pesos... el punto es que el tipo me quiso ver la cara de estúpida...
Estaba a punto de empezar a llover... y en lo único que pensaba era: "Pucha...y tantos rayos que se desperdician"
1 comentario:
Ayyyyyyyy Magui mi chiquita!!! buajajaja solo a vos te pasan esas cosas yo fijo le habria quemado el chinamillo ese por hijo de puta!!! jajajaja me encanta tu blog!!! no sabes cuanto me he reido!!! Bienvenida esto se te hara un vicio pero como dijiste al principio puede ayudar bastante!!! BESOS!!!
Publicar un comentario