08 noviembre, 2006

Lo acepto:

Buenas, mi nombre es Matriuzka y SOY UNA CRITICONA.

Incómoda, dicen por ahí. Majadera, dicen otros (al rato y es que son varias mis virtudes). Para que no “suene” tan feo mi mamá (que me quiere mucho) diría que soy sumamente observadora y analítica... Al fin de cuentas es igual, se que ya se entendió el concepto.

El asunto es que, gracias a mi capacidad de crítica (digo, de análisis) he estado observando mucho a la gente que llega al gimnasio. Yo voy sola y conozco a poca gente, entonces, inevitablemente, me puse a identificar diferentes tipos de “ejercitadotes”:

    1. El ejercitador independiente: Llega sólo. Por lo general ya viene “disfrazado” de deportista. Tiene amigos que igual que él son independientes. Esos que aplican la ya famosa frase “a lo que vinimos”. Llegan rapidito, hacen lo que tienen que hacer, conversar poco, y se van igual, sin hacer mucho alboroto.

    2. El ejercitador social: Por lo general son mujeres (chiquillas de menos de 20 años). Lindas las cabronas, flacas y con buenas nalgas. Utilizan largos aretes del mismo color que su blusita (no entiendo como no les estorban los aretes). El cuerpo que tienen me hace pensar que si hacen algo de deporte, pero yo nunca las he visto. Las veo conversar con otras niñas, con alguno de los instructores, con el hijo del dueño del gimnasio. Nunca las he visto sudando, ni con la cara roja, ni usando el pañito para secarse el sudor (lo usan para ponérselo como bufanda alrededor del cuello, se les ve lindo).

    3. El ejercitador vanidoso: Suelen tener muy buenos cuerpos (aunque ayer me sorprendí al ver a una que no estaba tan linda y que , no se conformó con que en un 90% de las paredes del gimnasio haya espejo, por lo que ella lleva uno dentro de la bolsa de su busito). Estos me parecen divertidos: hacen bicicleta y mientras tanto se ven las nalgas en los espejos. Cuando levantan pesas, no sólo se ven en el espejo para mejorar la técnica (eso me lo enseñó mi instructor) sino que practican sus rostros de “mujer fatal” o de “galanazo”. Se lavan el pelo inmediatamente antes de ir al gimnasio, entonces no se lo recogen porque está mojado. Las que si se hacen una cola, procuran dejar pedazos de cabello suelto, por aquello de que les enmarque el rostro.

    4. El ejercitador “siamés”: No estoy segura de que sea uno, puede que sean dos. En esta categoría sólo he visto a mujeres. Súper parecidas físicamente (familia o vecinas). Por lo general tienen la misma rutina, así que no se despegan ni un instante. De hecho, si por desgracia alguna tiene que hacer algo distinto, se espera a que la otra termine lo que hace para que la acompañe. La pereza grande es que se “alternan” en las máquinas. Entonces el tiempo de espera para poder usarla se hace el triple ya que realmente no entienden la palabra alternar (lo que se supone que se haga es que mientras una descansa, la otra está usando la máquina, pero no. La chavala descansa sentada en la máquina y, hasta que terminan sus 30-45 segundos, la otra se sienta en la máquina)

    5. El ejercitador tímido: Como que le da penilla que se den cuenta que está en un gimnasio. Siempre llega sin cambiarse (ojo, no es el que viene del trabajo y se cambia ahí, es uno que llega a las 8 de la mañana, recién bañado, y “camuflado”). Las mujeres se encierran en el baño a cambiarse. Algunas no se conforman con estar dentro sino que también cierran la puerta de los vestidores (la puerta principal, por la que tenemos que entrar todos los mortales) Puede que duren sus 10 minutos adentro. Salen con su licra y un sweater amarrado alrededor de la cadera y como con cara de “perseguidas”. Los hombres también se meten al baño, pero no se encierran. Se van para la parte final del vestidor. Y ¿Cómo lo sé? Porque el vestidor de hombres está al frente de la zona “Cardio”, y la mayoría no se ha dado cuenta que, entre más al fondo estén, más se reflejan, de manera indirecta, en el espejo que está en la pared al final de la sala (exactamente a la par de la puerta del vestidor). No les gusta levantar pesitas en público, se esperan a que la sala esté lo más vacía posible. No preguntan si les falta mucho para terminar de usar los equipos (prefieren esperar 15 minutos a la par sin decir nada). No dicen nada si, después de la espera, alguien llega y les gana la máquina.

    6. El ejercitador perezoso: No entiendo por qué va. No se deja de quejar ni un sólo instante. Reclama por todo: que la silla está muy alta, que las pesas le marcan las manos, que están ocupando la máquina, que es que ese ejercicio es muy aburrido, que es que yo quiero estar en esa otra máquina, que es que me quebré una uña de la mano y entonces no me pude amarrar bien los cordones de las tenis y por eso se me va a lesionar el tobillo, que es que....

    7. El ejercitador “mamá”: No le queda otra que llegar con sus hijos. Entonces, la mitad del tiempo que está en el gimnasio hace su rutina y, la otra mitad, persigue a su criatura. Estas si que se esfuerzan como el cuádruple que los demás. Entre las carreras para impedir que el carajillo se meta a la zona de pesas y hacer lo que fue a hacer, estoy segura que quema más del doble de calorías.

    8. El ejercitador “100% comunicado”: No importa el ejercicio que esté haciendo, siempre está con su teléfono celular. Lo más divertido es que lo contesta a cada rato para decir: “Mae sorry, es que no te puedo atender porque estoy en el gym”

    9. El ejercitador amistoso: Este me cae bien. Siempre sonríe y te saluda aunque no te conozca. Son mucho más sensibles, saben hacer las cosas y no tienen problema en ayudarte si el instructor está muy ocupado. Hasta te ofrecen alternar el equipo si hay mucha gente.

    10. El ejercitador “criticón”: Ehh.... pues repito: mi nombre es Matriuzka y soy una criticona.

    19 comentarios:

    Jules dijo...

    jajaja, justo hoy me topé con esto:

    El coro de quejas de helsinki

    Nada mas apto.

    Unknown dijo...

    Muy bueno el post y tambien elvideo de medea. Saludos!

    Julia Ardón dijo...

    lo mejor es el final!
    jajajja...vaya, vaya a hacer ejercicios.
    Por eso yo no voy a los gimnasios...

    Zauberlehrling dijo...

    Nunca he ido en un gimnasio. Espero más informes... ¿Cuáles son los ritos de apareamiento? ¿Tiene territorialismos la manada? ¿Qué pasa cuándo otra especie ingresa en su zona o cuando hay algún depredador?

    Saludos.

    Anónimo dijo...

    Genialn no se podría haber descrito mejor. Yo lo siento pero odio los gimnasios, esta lacra postmoderma.
    No es que esté en contra de ellos, sino del concepto, lo que implica.

    Yo por eso corro, es gratis.

    besitos

    JD-TOTO dijo...

    Estoy 9999999999% deacuerdo de q Matriuzca es una críticona, me RE-consta

    Matriuzka dijo...

    Medea, ja ja, que bueno el video.

    Oskr, bienvenido, ¡gracias!

    Ahh no Julia... desde que se inventaron las excusas... ja ja ja

    Mae Xand, deme tiempo. Yo soy nueva en esto, ahí le voy pasando los detalles.

    Capitán, ¡gracias! Vieras que a mi tb me molesta el "concepto". Pero la verdad es que el objetivo acá es la salud. No hay que perderlo de vista.

    Toto, ¡no sea sapo!

    ¡Saludos!

    Sardina albina dijo...

    Te faltó el ejercitador desconsiderado. Trabaja en tres máquinas a la vez, ponienso su estúpido paño en una, la botella de agua en otra y su trasero en la tercera. Para calentar se apunta para la caminadora, la cardio, la bici, una tras otra, aunque sea hora pico. Para colmos, cuando llegás a decirle que ya te toca, te dice "ay regáleme solo 3 minutos, es para terminar la rutina."

    O seré solo yo la que se topa con esos energúmenos.

    Heriberto dijo...

    Le falto Los espiritistas: los que mandamos al espiritu mientras nos quedamos achantados leyendo o viendo la telenovela.

    Lachi dijo...

    Y yo soy parte del "ejercitador templón", porque dónde si no en un gimnasio podría ver uno tantas criaturas musculosas y adorables retozando por ahí.

    Matriuzka dijo...

    Sardina, a ese no lo conozco, pero supongo que es cuestión de tiempo. Soy nueva en esto de "ejercitadores"

    Heriberto, ja ja, me gustó el espiritista. También se está ejercitando ;-)

    Lachi, pues criaturas musculosas sí, pero adorables... no sé...No he visto tantos maes guapos como esperaba.

    ¡Saludos!

    Erika Contreras dijo...

    excelente post,me reí mucho. Yo no voy al gimnasio pero me haría falta
    Describes muy bien los tipos de personas que van a los gimnasios.Creo, que esi fuera srá el ejercidaor criticón como tu.
    erika

    Homo surfus dijo...

    Yo no voy al gimnasio, pero en todo caso iría a la hora de los aeróbicos, se ve cada cosa.....inspiradora. Ojo: no voy porque en esta playita no han abierto uno, pero me encantaría ver rabos sudados!!

    Jaqui dijo...

    Jajajajajajaja....me encantó!!! y es que que bárbara, le pegaste perfecto a cada uno....mmmm....alguien pasa más tiempo criticando, eh! analizando que haciendo ejercicio?

    Jaja...definitivo, soy la independiente...

    Matriuzka dijo...

    Erika, pues bienvenida al club ;-)

    ¡Já! Homo, vos serías parte del equipo de Lachi =)

    Jaqui, Shhh, si no lo "decís en voz alta" tal vez no se den cuenta ja ja ja

    ¡Saludos!

    Denise dijo...

    Jajaja... los vanidosos siempre me han llamado mucho la atención, de verdad que ponen cara de "qué rico/a estoy" mientras hacen su esfuercito.

    Te faltaron los que van a hacer aeróbicos, varía un poco la clasificación porque nunca falta un "sabelotodo" que quiere llamar más la atención que el instructor, o un "caso perdido" que choca hasta con sus propios pies.

    :-)

    Adrián dijo...

    jajaja que buen post.
    Apoyo lo que dice Denise, los que solamente hacen cardio ó aeróbicos son todo un caso; esos si que van a pasear y a socializar, sobre todo las señoras que llegan con sus vecinas y comentan la vida y misterios del barrio.
    Aún así, creo que hay un grupo más, el del instructor y sus amigos(los que solo son músculos), esos pasan ahí día y noche; hasta poseen su club elitista dentro del gym.
    Todo su mundo gira entorno a los músculos (forma, técnica, alimentación, etc); su meta, parecer una cordillera montañosa.
    Por cierto creo ese espejo que esta junto al baño de hombres te da más perspectiva de la permitida, jajaja, ¿será por eso qué vas?

    Matriuzka dijo...

    Ja ja ja, me encanta que aparezcan más clases de "ejercitadores".

    Tenés razón Denise, falta el "ejercitador principiante" ;-)

    Mercader, ¡Shhh! ¡que después me quitan el espejo! ja ja ja ja. ¡Que va! Vieras que también descubrí que los más guapillos ya llegan "disfrazados". Lo que me ha tocadoa ver son un par de tangas de leopardo que mejor "no, gracias".

    ¡Saludos!

    jaguar del Platanar dijo...

    Y los no ejercitadores??

    No ejercitador ocupado: quiere ir al gimnasio pero argumenta que su apretada agenda se lo impide, aun cuando sabe que si se organizara mejor sí podría ir. Es decir, no le pone muchas ganas al asunto. Ese soy yo...

    Cuáles otras habrá?


    Buena entrada. Vacilona