Si yo me animara
a ser brutalmente honesta te lo diría así: quiero coger con vos.
No quiero que
pensés que me tenés que llamar al día siguiente. Ni que te preocupe que yo lo
vaya a hacer. Tampoco quiero no poder hacerlo si es lo que me nace. Pero no
quiero que sea un tema. Y no quiero que te asuste si lo hago. En serio, no hay
por qué asustarse: no quiero convertirme en tu pareja.
Tampoco quiero
que me empecés a ver diferente, quiero seguir siendo tu compita. Me gusta ese
papel. Me gusta escribirte cuando quiero saber como estás y que pasen días en
los que no me acuerde de vos. Y en los que vos no te acordés de mí.
Y es importante
para mí que esto también te quede claro: no es coger, es hacerlo con vos. Porque
a vos te tengo cariño y porque con vos me imagino acurrucada un rato. Y muertos
de risa después. Y sin dramas mañana.
Y ya, eso era.
2 comentarios:
tenia rato de no pasar por su blog y hoy casualmente se me vino a la cabeza leerlo.
creo que la honestidad es un arma de doble filo, no siempre es bien recibida por los demás, pero al final es mas rico decir lo que uno piensa y aun mejor si va en relación al sexo jeje
me encanta la forma en que escribe, ojalá lo hiciera mas seguido.
saludos matriuzka. :)
Yo lo hice: fui brutalmente honesta, le dije que quería cogérmelo y lo mejor de todo fue que me dijo que sí. Y así después de todo, nos acurrucamos un rato, nos reímos otro tanto, amenecimos y luego cada quien por su lado, si llamadas ni dramas. Mejor así.
Publicar un comentario