24 septiembre, 2013

De como sí podemos resolver las cosas

Un accidente en Sabana Sur, sobre uno de los pocos accesos a esa parte del país ahorita que está cerrado el paso por circunvalación.

Uno de los carros quedó  en medio de los dos carriles con paso suficiente para que pasara un automóvil pero no para que pasara el bus  que estaba inmediatamente detrás. Detrás del bus estaba yo: Nada que hacer.

Después de unos minutos, el muchacho del carro de al lado me dijo:

“¿Qué le parece esto muchacha?: El bus no pasa por ahí, pero, si se logra hacerlo para atrás, nosotros sí podríamos pasar. Yo me puedo correr  y usted se mete en mi lugar. Si el carro que está detrás de usted no se hace hacia adelante, el  bus puede retroceder y pasamos, muy ajustados, eso  sí, pero pasamos.”

A mí claro que me pareció  súper bien, entonces el chavalo se bajó del carro y fue a hablar con el chofer del bus, con la señora de atrás, con los maes del accidente y adelante.

Apenas se empezó con la maniobra empezaron los comentarios: 
“¡Qué va, por ahí no van a pasar!
 ¡Van a darse entre ustedes y hacer la bronca más grande!
¡Espérense que venga un tráfico y que resuelvan ellos!”

Los chavalos que chocaron se acercaron a nosotros y nos guiaron para acomodarnos.

El bus retrocedió: la señora que estaba detrás de mí lo guió hasta la posición adecuada.

Los maes del accidente volvieron a guiarnos para pasar por el espacio ajustado que había y listo

¡Empezamos a movernos!

¿Qué pasó aquí?
  • Una situación común, con una solución común pero con algo poco común: la buena actitud de (casi) todos.
  • Un líder con una buena idea y capacidad de convencimiento.
  • Un grupo de personas comprometidas por el bien común. 
  • La capacidad de ignorar a todos quienes dijeron que no se podía hacer.

Y es que así funciona: la misma situación que es capaz de sacar lo peor de la personas es capaz de sacar lo mejor de las mismas

¡Una cuestión de actitud!

No hay comentarios.: