Hace poco (ni tan poco, pero tampoco hace mucho) no había un tema en el mundo del que no pudiéramos conversar.
No había nada que no te pudiera contar.
No existía una sola cosa sobre mí que no conocieras.(De hecho, sigue habiendo cosas sobre mí que solo vos conocés).
Y hoy, resulta que no puedo.
Que no puedo contarte que estoy feliz.
Que no puedo decirte que ando sonriendo por la vida, con el pelo suelto y alimentando ilusiones.
Que no te puedo hacer saber que he vuelto a hablar todas las noches hasta que el sueño le gana a las ganas de seguir escuchando la voz que me llena de paz.
Ni que me quedo hasta el final de los créditos en el cine.
Es que las cosas cambian.
Y sigo extrañando.
Pero no a vos.
1 comentario:
Si todo cambia, y es trite como en algún momento tenemos que reconocer a esa persona (que fue todo) como un extraño...
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