29 junio, 2010

De la cercanía y el amigo desechable

Bien se pudo llamar: “Te quiero-Ya no te quiero” o algo así como “Deshumanizando (nos)”

Y no es que antes no pasara. Porque eso de añorar “los buenos tiempos” nunca ha sido mi estilo. Casi todo lo que pasa hoy pasaba ayer. La diferencia es que antes se jugaba mejor a las escondidas y la información viajaba en carreta. 

Por ahí anda la cosa… Un asunto de velocidad creo yo. 

Las personas llegan a tu vida. Algunas se quedan. Otras se van. A otras las vas. 

En el mientras se define (ya sea por mutuo acuerdo o de forma unidireccional), se presentan una serie de acontecimientos que a la larga determinan la decisión final: encuentros, desencuentros, acuerdos, desacuerdos, negociaciones, incriminaciones, satisfacciones, encantos, desencantos, sorpresas, decepciones, deleites, agrados, desagrados, ilusiones, desilusiones… en fin: interacciones sociales. 

Estas interacciones demandan su tiempo. Y por ahí anda el asunto: En la virtualidad (la palabra se la robé a Anita) todo este proceso demanda mucho menos tiempo (y mucho menos esfuerzo). 

¿Cuánto tiempo me demanda establecer contacto con una persona? Lo que dure en darle “Follow” o “Agregar a mis amigos” 

¿Cuánto tiempo me demanda formarme un criterio sobre esa persona? Lo que dure en leer su TL o revisar su muro. 

¿Cuánto tiempo me demanda alejarme permanentemente de esa persona? Lo que dure en darle “Unfollow”, “Ocultar” o “Eliminar de mis amigos” 

Personas… Es que seguimos siendo personas.

¿Cierto? 

¿Personas virtuales? 

¿Personas funcionales? 

¿Personas desechables?

¿Cierto que seguimos teniendo voz?

3 comentarios:

Ana dijo...

Podríamos hablar horas de esto (ah sí es cierto, ya hablamos horas de esto).

Creo que los manejos se dan de diferentes formas, yo la virtualidad no la puedo manejar ajena a la persona; será tal vez que los límites se trazan en negrita, y entonces los "reales" son los que tienen peso, campo y prioridad para mí. Los virtuales, pues viven cuando se prende la computadora.

Sí, todos al final seguimos siendo personas y una voz muy clara y fuerte... que no es lo mismo que twittear mucho o postear en fb cada 5 minutos. La voz se trata de consistencia y frecuencia, así suena más duro.

Eugenio García dijo...

Muy interesantes reflexiones. Será por eso que siempre he preferido más "bloguear" que andar por facebook. Son aproximaciones muy diferentes a la virtualidad. Antes usaba bastante el messenger, ahora ya no. Finalmente me gusta lo "slow"... si acierto o me equivoco con una persona prefiero que sea en el marco de una interacción real, lenta si se quiere, pero donde la duración es lo que puede hacer la gran diferencia. No es igual tomarse un vino joven que un vino bien añejado. Saludos. (te quedé mal con la historia del primer beso... pero no olvido).

roche dijo...

Para la persona en la red yo aplico la propaganda de una peliquería en Guadalupe "El mundo solo acepta lo que tu aparentas ser"

Osea yo te compro las características que ofreces mientras satifagan ciertas actitudes o valores que veo importantes.

En general yo soy desconfiado por que crear lazos afectivos creo que requiere mas allá de ver que hablas si no ver como reaccionas ante ciertos estimulos de dia a dia.

Por ejemplo para mi es muy importante cosas tipo a como reacciona una persona ante un hecho que oirla hablar sobre un tema.