01 septiembre, 2008

Me lo contaron en un te


Odio los tradicionales tes de “lo que sea”: canastilla, despedida de soltera, despedida de casada, lo que sea. Esos en los que van solamente señoras y juegan lotería, de acomodar palabras, sopas de letras y demás pendejaditas.


Oscar se embarazó. Tuvo la gentileza de “pedirme permiso” antes de invitarme al te del fruto de la reconciliación. Los ojitos le brillaban tanto que la verdad me dio playada decirle que no. Además tuvo la gentileza de invitar a mami y a ella si le gustan los te, así que el sábado pasado jugué a acomodar palabras y me pegué unos recipientes para almacenar comida.


Debido a mi repentina “suerte” y a mis deseos de hacer cualquier cosa que me hiciera olvidar el hecho de estar cortando pedazos de papel higiénico para ver si lograba darle la vuelta a la panza de la mamá del bebé, empecé a socializar. A mi eso de la bombetada me sale espontáneo (genética creo yo).


Laura, la hasta el viernes desconocida amiga de Oscar y en apariencia buena conversadora pero no excepcional, me contó una “historia de la vida real” de las más entretenidas que he escuchado en un te:


Laura: Vieras, yo nunca, pero nunca me pego nada


Yo: No, pues si yo tampoco, la de la suerte es mami. De todos los eventos sale con alguna cosita


Laura: Ojalá y sea que está empezando a heredártelo


Yo: ¿Será? La pere es que tenga que venir a tes para recibir esa herencia


Laura: A veces la suerte le llega a uno por vías extrañas. A mí, que soy una salada me pasó


Yo: ¿Ajá?


Laura: La cosa es que en mi casa siempre compramos Tico Bingo. Todos los años, todos los sorteos. Hace unos años voy yo y compro un par de cartones y los guardo en el bolso y no había terminado de cruzar la calle cuando pasan dos tipos y me lo robaron


Yo: ¡No! ¿Qué colerón? Y ahora en esos iban los premiados


Laura: Yo estaba enojadísima, pero a los días fui y compré otro cartón, lo guardé en la agenda y se me olvidó que lo tenía.


Yo: …


Laura: A los días, revisando la agenda en el trabajo se me calló el cartón. Veo la fecha y faltaban dos días para que venciera el tiempo para reclamar los premios. Entonces llamo para revisar el cartón… ¡Y vas a creer que me pegué un carro!


Yo: ¡Que mentira! ¿Será que toca ahora darle las gracias a los ladrones que se llevaron los primeros dos?


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es correcto.
A veces "una desgracia" es un favor!!

A mi me encanta ir a tés, por la tertulia tan buena...jajjaj, lo que hay que escoger bien es en qué mesa sentarse.

jaguar del Platanar dijo...

buena historia. mejor que le robaran los cartones y no el carro, jajaja

Y si, yo hago lo posible para no ir a los tés. Lo peor es que lo agarran a uno pa participar por ser de los pocos hombres que vamos a esas actividades.

:: Cianuro :: dijo...

jaguar tiene razon.. ahora con esos tes de canastilla unisex, termina uno embarrado en esas situacion embarazosas como terminar vestido de bebe, o en una posicion muuuuuy kamasutrica..

respecto al tico bingo, pues a ver si acaso esa suerte se te contagia.. mira que un milloncito no me vendria mal.. bueno.. uno no.. cinco.. o mas.. jejeje

un abrazote