Imagen:"Krafty litlte one", Autor: Rodney G Gee.

Odiaba saber más de lo que necesitaba, de hecho, odiaba haber descubierto algo que hubiera querido nunca descubrir.

Eso de buscar lo que no se le ha perdido no iba con ella, pero le pasó, lo encontró. Hay secretos de deberían permanecer siempre escondidos.

Tiempo antes ya había perdido mucho, a su súper héroe personal le habían quitado el disfraz y era tan humano como el humano más humano de los humanos.

¡Es tan triste dejar de admirar a alguien! Tal vez lo más triste que le ha pasado en la vida.

- Mami ¿es cómo cuando nos dimos cuenta que el bueno de la película en verdad era el malo?

- No amor, es como cuando se quebró la jarrita que abuelita te dio ¿te acordás? La que dijo que era para que aprendieras a tomar café.

- Sí, la de los patos. La pegamos, pero no quedó igual, y ya nunca más sirvió para tomar café, y cada vez que la veía, las cicatrices me recordaban que se había quebrado, y ya no me gustó más verla.

Por esas cosas de la vida, le tocó pasar más tiempo con él. Aprendió a comer con él, a escucharlo a él, a entenderlo a él, pero nunca aprendió a volver a verlo a los ojos.

- ¿Por qué? ¿Le daba vergüenza?

- No, creo que no, lo que le daba era miedo.

- ¿Miedo?, pero... ¿miedo de qué?

- De no reconocer a quien estaba detrás de esos ojos.

Había días en los que todo parecía olvidarse, en los que no dolía, en los que no era importante. Pero, sin buscarlo, llegaba de nuevo. A veces con una imagen, otras con una voz, también como un timbrazo, o como una frase que al oírla tenía un sentido nunca antes conocido. Un día, lo que pasó fue que la traicionó el hombrecito ese que juega mientras ella duerme, y despertó con el mayor asco de su vida.

- ¿Asco?... ¿Cómo cuando vamos a la finca en Puriscal y a mi me dan ganas de vomitar?

- Sí amor, de ese asco.

- ¡Uy mami! ¿Y es cierto lo que dice papi? ¿Que a vos siempre te ha dado miedo vomitar?