17 abril, 2007

De caídas


Hay personas -como yo- en quienes las caídas son frecuentes.

Llegan a ser tan frecuentes que uno se acostumbra. ¿Acostumbra?

No... Creo que uno no se acostumbra... Creo que uno se Familiariza.

El término no es tan importante -bueno, tal vez sí- pero lo realmente importante son las caídas.

Tengo para todos los gustos. De todos los olores, colores y sabores: Caídas libres verticales, parabólicas, cuasi-parabólicas, simples, hiperbólicas, metafóricas.

Todas las variedades, desde todas las alturas posibles (léase: desde a ras del suelo hasta desde lo más alto de mi ego)

- ¿Sabés que pasa? Que cuando uno se cae siempre, llega un punto en el que ya no tiene más espacio en las rodillas para que se le hagan cicatrices.

- Tranqui, que siempre está la opción de que te vayás de cara y te quedés sin dientes.

- Estoy cansada de que siempre haya que levantarse. ¿No se puede quedar uno ahí acostado?

- No sé, creo que no.

- ¿Por qué?

- Porque alguien tirado en el suelo siempre estorba.

11 comentarios:

Denise dijo...

Quedarse sin dientes -literalmente- no es nada divertido, te lo dice una veterana en caídas reales. Y de las demás, pues también. Lo bueno es cuando uno se harta y empieza a andar con más cuidado... y de tanto cuidarte, un día te das cuenta de que hace tiempo no das un mal paso. Entonces, como seguro te aburrirás, empezarás a lanzarte, pero al menos eso es voluntario.

Erika Contreras dijo...

Me hiciste recordar mi niñez, en que las heridas y después las costras eran comunes. Hasta hoy mis rodillas tienen las huellas de esas multiples caidas.
Ahora, con parkinson y todo tengo un equilibrio aceptable, con una o dos caidas en años.
saludos
erika

Victor EM dijo...

Matri.... pues, ud no tiene un post malo nunca verdad?

En lo de caerse, no es que uno se acostumbre, lo que creo es que los que tenemos mas fe siempre nos levantamos y quienes nos levantamos siempre tenemos el riesgo de vlvernos a caer!!! y las cicatrices solo quedan ahi para recordarnos lo valientes que somos jaja

al menos eso me gusta creer

Julia Ardón dijo...

ajjajja....sos increíble.

jaguar del Platanar dijo...

Todavía hay en mi cuerpo cicatrices de la niñez.
¡Qué clase de sopapazos me llevaba!, pero diay, supongo que ya aprendí a andar con cuidado y para eso era necesario caerse.

Homo surfus dijo...

Más que evitar una caída, lo verdaderamente valioso es tener siempre la voluntad de levantarse. O alguien a la par que te ayude en el intento.

Sardina albina dijo...

Ya me robó la vuelta HS. Pensá en cuando uno era güila. Te despapayás el ALMA entera, pero tus papás te dicen "levántese, que no fue nada." Y uno se levanta aunque le duela TODO y se hace el fuerte.

Jaqui dijo...

Puña...y como van doliendo las caídas según avanza la distancia al piso, entiéndase crecimiento (no mucho, unos centimetros no más) pero el golpe, siempre es más rotundo -y penoso-.

Esteban dijo...

Bueno ya saben lo que dicen, mientras mas grandes son, mas duran en caer... o era más fuerte es la caida. Que importa jaja..

Malvada (he olvidado preguntarte el hombre) empecé de nuevo el Blog, el mío. Si quieres quita el de Mangazone, ese es como de a veces que mi amigo viene con cosas que montarle.

La dirección es http://ocurrenciasdiarias.blogspot.com/

Matriuzka dijo...

Denise, ¿será que en verdad nos gustará caernos al propio?

Erika, somos de las mismas =)

Victor, 'chas gracias =P A enorgullecerse de las "heridas de guerra"

Julia, ¿increíblemente que? jeje

Jaguar, pues sí, secuelas del aprendizaje =)

Homo, por suerte casi siempre hay alguien que se preocupa por uno y por sus múltiples accidentes.

Sardina, creo que lo más genial era que te decían que "no era nada" y vos en verdad se lo creías.

Jaqui, exacto.. eso de la "distancia" es determinante.

Neokaiser, ¿Qué son esas indirectas? jeje. Entendido y anotado el encarguito =)

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Me gusta como escribes y creo que si leyeras algo mejor que
El principito y Khalil Hibrán podrías llegar lejos. Te recomiendo El diablo guardián de Javier Velasco.

Saludos

Rosario